VeggieAnimalsExperience con Ben, Ginno y Mario

Hoy tenemos con nosotras a Mario, él es vegano, pero su familia humana no lo es, vive con Ginno y Ben, y nos va a contar su experiencia al introducir una alimentación 100% vegetal en un hogar no-vegano. 

Además, Ben tenía arritmias, problemas de peso y episodios de epilepsia/convulsiones. 

VeggieAnimals: ¿Cuál fue la reacción de tu familia ante la propuesta de que los animales se alimentaran de forma 100% vegetal y qué argumentos utilizaste para explicárselo?

Mi primer pedido con VeggieAnimals llegó con la pandemia, en marzo de 2020. 

Durante algunos meses me dediqué a investigar sobre el tema. Llevaba tiempo arrastrando la disonancia de contribuir al sufrimiento y muerte de unos animales para alimentar a los míos. Además, tras haber trabajado  un tiempo en una tienda de piensos, y haber testado una gran variedad de piensos premium, me di cuenta que la calidad de vida de mis perros no mejoraba ni empeoraba. Con el tiempo me di cuenta que la mayoría de piensos invertían más en publicidad que en la calidad del producto.

Ben llevaba desde que lo encontramos arrastrando ciertos problemas cardíacos (arritmia), problemas de peso y episodios de epilepsia y convulsiones. El hecho de que VeggieAnimals fuera un pienso más natural y libre de colorantes y saborizantes, me ayudó a dar el paso.

Lo que más tranquilidad me dio fue tener a una veterinaria (María González) que aclarase mis dudas y saber que, al ser un equipo de filosofía vegana, jamás impondrían beneficios a la salud de mis animales. También fue muy imparcial en su trato y puso la salud de mis perros primero, antes que el propio pienso. Eso me dio mucha confianza a dar el paso. 

Durante los primeros meses, debo admitir que no les conté a mi familia que el nuevo pienso era de origen vegetal. Simplemente que había encontrado una nueva fórmula que podría funcionar muy bien. Así que, para evitar  problemas, ocultaba las bolsas y me dispuse a probarlo durante unos meses y ver qué tal iban. Un año después cuando les conté que era de tipo vegetal y al ver que estaban bien de salud, igual de activos y sin convulsiones, me dieron el visto bueno.

VeggieAnimals: ¿Cómo fue el proceso de adaptación, tanto para animales como para humanos?

Primero fui introduciendo el pienso gradualmente con el que tenían actualmente. Tanto a Ben como a Ginno les gustó mucho el sabor y la digestibilidad iba muy bien. Iban al baño un poco más de lo normal pero las cacas eran sólidas, aunque algo más claritas de lo habitual.

Aun así, Ben y Ginno no son totalmente veganos pues ocasionalmente, cuando viene la familia se llevan algún premio no-vegetal de la mesa.

VeggieAnimals: Ahora que ya ha pasado un tiempo, ¿qué opinan al respecto?

Parece que todo el mundo está contento, o al menos no demasiado descontento con el tema, aunque quizás piensan que no es una decisión que debería haber tomado yo solo. ¡En eso les doy la razón, pero debo decir que hasta que probé el de origen vegetal todo el mundo había confiado en mi criterio! Fue un experimento que funcionó bien, pero si yo hubiese visto que no iba bien habría dado marcha atrás.

VeggieAnimals: ¿Te has sentido juzgado durante el proceso? ¿Has tenido dudas de si era lo correcto? ¿Te has apoyado en alguien o algo para sobrellevarlo?

Sí, sobre todo porque es un tema muy polémico aún. La mayoría de los veterinarios no quieren ni oír hablar del tema. Mi familia confía en mí y a pesar de que no siempre respaldaron mi decisión, saben que quiero lo mejor para mis perros. Pero es un tema en el cual se te categoriza de egoísta, por imponer tu dieta a los animales. El tema de omnívoros/carnívoros sigue siendo una polémica y soy consciente de que no es una decisión libre de crítica. Sólo espero que poco a poco se vaya normalizando.

VeggieAnimals: ¿Desde cuándo Ben tiene convulsiones?

Ben ha tenido episodios de convulsiones aproximadamente cada dos- tres meses desde que lo encontramos cuando tenía solo dos años. Ahora quizás los episodios se han reducido a uno por año. El último que tenemos constancia es de febrero de 2021. Aunque ya hace tiempo que no tiene, el último que tuvo fue fuerte. Si se debe a la alimentación o no, no lo sabemos. Pero sin duda VeggieAnimals no le ha ido mal. Mi primer signo de alegría fue ver que los episodios se han reducido en frecuencia drásticamente. Sigue muy activo a sus casi 12 años, con ganas de correr y pasear. Me sigue ladrando para que le saque a pasear varias veces al día. 

VeggieAnimals: ¿Qué cambios habéis notado al cambiarle la alimentación?

El que más me alegra es que su actividad física parece haber aumentado, especialmente en Ben, porque Ginno siempre ha sido un torbellino (O Torbeginno). También el tema del peso parece haberle mejorado, al menos en su índice de grasa. Ginno es puro músculo, aunque lo ha sido desde siempre. Pero no ha perdido nada de su actividad y pasión por el deporte de pelota.

Lo único que me preocupó fue el color de las cacas, ahora más amarillentas. Razón que aún desconozco pero parece que no es nada preocupante y que pueda tener que ver con el color del pienso.

Los dos perros están sanos, activos e igual de bellos como podéis ver. Me alegra pensar que sus articulaciones se están viendo beneficiadas de las propiedades antiinflamatorias de su dieta.

¿Qué opinan sus vetes?

La veterinaria nos ha dicho que el pienso vegano no lo recomienda para nada. Que los perros necesitan proteína animal por tener unas enzimas especiales que están preparadas para digerir proteínas animales. También dice que a la larga es peor porque no están obteniendo todas las vitaminas. Me dijeron que les mezclara pienso de carne con su pienso normal para curarnos de espanto. En principio me comentó que no le puedes ver mejoría y deterioro con el pienso ya que ni los veterinarios pueden comprobarlo a no ser que hagan pruebas, a lo que puede afectar al perro es a su futuro en sus niveles óseos, en el hígado, riñones u otras partes si las enzimas de su sistema digestivo no se adaptan a la proteína vegetal. Ella me comentó que ha tenido varios casos de perros que tienen pienso vegano y han llegado con problemas. Personalmente piensa que para ponerle el pienso vegano a un perro tiene que ser con seguimiento de los nutrientes porque te la juegas a que salga mal.

Obviamente y como suele ocurrir también con las personas, siempre se cuestiona la dieta de los que han tenido algún problema por dieta vegetal, pero se ignoran a los cientos de pacientes diarios que siguen una dieta a base de subproductos animales. 

¿QUIÉN ES BEN?

Ben apareció en mi vida en noviembre de 2011, yo estaba en la casa de campo cuando escuché un perro ladrar fuera. Estaba muy sucio y con un pelaje que le hacía parecer una oveja y no podía doblar una de sus patas traseras. Al acercarme a él huyó y se quedó atrapado en una esquina. Al acercarme me gruñó. Pero empecé a decirle: tranquilo, no pasa nada, ven, ven, ven. Estuve un buen rato con él hasta que al final me gané su confianza. Curiosamente, después de decirle ven tantas veces, respondía a esa palabra como si fuera su nombre, y de ahí se le quedó el nombre de Ben. 

Ben es un perro que probablemente vivió de lo que encontraba por el campo durante bastante tiempo. No es de extrañar de que al principio también le pusimos el mote de come-mandarinas, porque en cuanto me veía coger alguna del árbol se me sentaba a los pies, esperando a que le diera algún que otro gajo. 

Es un perro extremadamente cariñoso y agradecido. Desconfía de los hombres pero se siente seguro con el género femenino. Adora dar paseos hasta el extremo de encontrar la forma de disimuladamente escaparse cuando la puerta se queda abierta y darse un buen paseo por el campo. 

Es muy listo y sabe algunos trucos, como tumbarse, sentarse, dar la pata y conoce algunas palabras como “palito” (para algún premio) y “¿nos vamos?” Acto seguido empieza a ladrar de la emoción ante el propósito de un paseo.

¿QUIÉN ES GINNO?

Ben tuvo una amiga durante sus primeros meses en el campo. Una perrita vieja y pequeña con el nombre de Chica, apareció un día preñada a pesar de su avanzada edad. Chica era de nuestros vecinos, pero un día la encontré dentro de la caseta de Ben. Para mi sorpresa, Chica había decidido tener sus cachorros allí. Ben estaba muy confuso y me miraba como diciendo "¿y ahora dónde duermo yo?"

Pero Chica era demasiado mayor y desafortunadamente sus cachorros fueron muriendo uno tras otro. Sin saber qué hacer, cogí al último que quedaba y lo alimenté con biberón. Así fue como Ginno llegó a nuestras vidas.

Chica venía todos los días a ver a su cachorro crecer y se quedaba con nosotros. Desgraciadamente, a los pocos meses Chica murió. 

Ben se convirtió en el padre adoptivo de Ginno. Ahora son inseparables, aunque tienen alguna que otra disputa. Curiosamente, Ginno no ha sido capaz de hacer amistad con otro perro y Ben se volvió super protector, hasta tal punto de atacar a cualquier perro al que Ginno le ladrase (que solía traducirse en TODOS los perros).

Ginno es un adicto a las pelotas. De hecho, tiene el síndrome de la pelota de tenis y se las tenemos que quitar porque se obsesiona demasiado. Vive atrapado en el eterno dilema: No puede vivir sin su pelota, pero tampoco puede vivir sin que se la tires.  Es tal su obsesión que a veces es capaz de olvidar otras funciones vitales. De hecho, suele esperar a que le demos la pelota para llevársela a su comedero y entonces comer sabiendo que la tiene a buen recaudo. Es un atleta de élite, con una musculatura envidiable a pesar de su tamaño. Es capaz de correr detrás de su pelota durante kilómetros sin llegar a cansarse, pero nunca te lo lleves de paseo porque al poco se querrá volver. Trepa árboles, pega saltos acrobáticos y a veces pensamos que es un gato atrapado en el cuerpo de un perro. Es además extremadamente limpio y se lava a lametones su cuerpo varias veces al día.

A falta de pelota, es capaz de subirse a limoneros para atrapar algún limón que le haga el apaño. Sin duda es un personaje. Y muy dramático, siempre te forma unos lamentos dignos de tragedia para que le hagas caso y le des la pelota.

No es de extrañar que las pocas frases que conoce son todas aplicables a su pelota: “¿la quieres?”, “¿dónde está?”, “¡ve a por ella!”, “¿te la quito?”